¿Cree que la digitalización es un factor fundamental para el sector agrario?
Sin duda, es un factor clave para el sector. La digitalización impregna todas las actividades económicas y sociales, y el sector agroalimentario no es una excepción.
Gracias a la digitalización se pueden medir muchas más variables de la actividad, su evolución en el tiempo y la correlación con los resultados económicos o medioambientales de las acciones llevadas a cabo. Todo lo que se mide, mejora, y si se analiza en profundidad, lo hace más rápido, con más criterio y menos errores.
Las actividades del sector agroalimentario, tanto de precosecha como en poscosecha, requieren adoptar muchas decisiones operativas (qué dosis de riego y abonado aplico), tácticas (qué compromisos comerciales establezco para los próximos 3 meses) o estratégicas (qué especie y variedad de frutal planto), e implican múltiples operaciones interrelacionadas a lo largo de la cadena de producción, transformación y comercialización.
El futuro del sector agrario será digital o no será.
¿Cómo pueden las Pymes comenzar a aplicar la tecnología?
El sector agroalimentario en España cuenta con 30.000 PYMEs y 300.000 agricultores y ganaderos dedicados al sector de forma principal.
Las soluciones digitales de gestión se pueden utilizar desde el control remoto y automatizado de la fertirrigación, la integración de datos con pulverizadores inteligentes para hacer tratamientos más precisos, el control de calidad de productos en campo o en nave industrial, la interacción digital entre cooperativas y socios, el control de rendimientos, costes y rentabilidad, el control de tareas-presencia del personal o la venta por internet de productos.
Lo importante es transformar digitalmente, buscando mejoras de negocio y digitalizando de forma integrada, facilitando el flujo de datos desde la producción hasta el mercado y viceversa.
¿Cómo puede ayudar la agricultura 4.0. en la consecución de los ODS?
La digitalización de la agricultura lleva a medir, y con ello la acumulación y el análisis de datos, la toma de mejores decisiones y la ejecución más precisa y a menudo automatizada de tareas.
Incluso en el medio y largo plazo, podemos ver una implantación mayoritaria de la robotización de la Inteligencia Artificial (IA) en bastantes tareas. El consumo de semillas, agua, nutrientes, agroquímicos o energía, entre otros, puede ser optimizado a partir de una captura y gestión inteligente de los datos, desde el primer momento.
La mejora de la eficiencia en el uso de recursos escasos en la agricultura, ayudada de manera importante por la digitalización, tiene claros impactos positivos a nivel económico para la propia actividad, a nivel medioambiental y a nivel social. Se puede decir que la agricultura 4.0 impacta de forma clara en al menos 10 de los ODS, ayudando a la mejora de sus indicadores, en procesos de mejora continua con un potencial impacto elevado a largo plazo.
¿El sector necesita más ayudas para alcanzar la transformación digital?
El sector agroalimentario necesita tener incentivos para que, haciendo una mejor gestión de los datos y diferenciando sus productos con una buena trazabilidad, transparencia, mejor gestión medioambiental y social, el mercado reconozca más valor en dichos productos, pagando más por ellos.
El sector necesita que la digitalización que promuevan las Administraciones Públicas (AAPP) sea no intrusiva, ayude y no compita con las empresas tecnológicas y se base en la interoperabilidad de soluciones, no en tener que usar distintas herramientas e introducir los mismos datos varias veces.
Además de ello, el sector necesita una apuesta decidida por parte de las AAPP para ayudar a las empresas, cooperativas, agricultores, ganaderos y empresas tecnológicas Agrifood Tech a lograr una digitalización integral “Farm to Fork”, de todos los eslabones de la cadena agroalimentaria.
Se trata de establecer políticas de datos abiertos que cubran la mayor parte de los datos en poder de las AAPP, reducir barreras legales o normativas que frenen la digitalización, dar ventajas a los agentes que se digitalicen antes.
Hay que favorecer la innovación tecnológica con ayudas directas, incentivos y marcos flexibles, poco burocratizados, midiendo la efectividad de dicha innovación por sus impactos reales y no por trámites seguidos o controles detallados de tareas en proyectos.
El tipo de impactos que hay que medir y recompensar, tienen que ver con la competitividad de empresas, cooperativas y agricultores, indicadores de sostenibilidad medioambiental, generación de empleo cualificado, capacidad exportadora de productos y servicios o mejora de la calidad de los productos agroalimentarios.
¿Cuál es el futuro del sector en innovación en los próximos años?
En los próximos años se va a innovar mucho en digitalización agroalimentaria, sobre todo en ámbitos de analítica Big Data e IA aplicada tanto a actividades de pre como poscosecha, con un rango de usos muy amplio. Veremos avances relevantes en IoT, con sensorización de múltiples parámetros, menores costes unitarios, más facilidad de uso y muchos actuadores, que automatizarán tareas diversas.
Las imágenes cenitales (satélites, drones) seguirán avanzando, cada vez con mejores prestaciones y costes más competitivos, hasta llegar al control cercano al tiempo real del territorio. La robotización, con sofisticación e inteligencia crecientes, seguirá avanzando en un número creciente de funciones, no sólo en entornos protegidos, sino en entornos abiertos.
En el caso de la maquinaria agrícola, va a sufrir una evolución muy importante, digitalizándose por completo, ganando en inteligencia con Edge Computing e interoperando con el ecosistema de soluciones digitales de la cadena. Tanto robots como máquinas agrícolas tendrán una electrificación y digitalización creciente. La realidad aumentada y virtual será una herramienta común que facilitará muchas tareas en entornos complejos, y acercará el conocimiento a entornos remotos.
También la conectividad va a sufrir una evolución importante, llegando de forma efectiva al 100% del territorio, con un mix entre redes terrestres y satelitales, con una fiabilidad y prestaciones (ancho de banda, latencia, calidad de señal, interoperabilidad) muy superiores a las actuales y a costes asequibles.
Como denominador común a la aplicación de todas las tecnologías anteriormente mencionadas, la integración, interoperabilidad y las plataformas abiertas serán clave en la orquestación digital de todo el ecosistema.
Entrevista publicada en la web de Grupo Alimentario de Innovación y Sostenibilidad que reproducimos con su permiso